El gobierno provincial avanza en obras de dragado y en las concesiones de espacios portuarios que estaban relegados, y hasta fuera de operación.
La inversión pública nacional y provincial sumará US$ 118 millones a partir de este año para dar mayor competitividad a los puertos de la provincia de Buenos Aires que en 2016 fueron responsables del 35% de las exportaciones nacionales por un valor de US$ 18.523 millones, según datos oficiales a los que tuvo acceso Télam.
“Uno de los bastiones de esta gestión es impulsar competitividad en rutas, puertos y vías navegables y trabajar en la hidrovía para así mejorar los costos logísticos, que es una asignatura pendiente para la provincia”, explicó a Télam Javier Tizado, ministro de Producción bonaerense.
“La productividad y competitividad es una obsesión de este gobierno, que conducirá al desarrollo económico”, había expresado el ministro, la semana pasada durante un encuentro internacional sobre hidrovías y puertos en el que se debatieron los modelos de gestión de vías navegables, las tecnologías aplicadas para la logística hidroviaria; modos de financiación para proyectos hidroviarios, además de proyectos clave en la provincia de Buenos Aires y su hidrovía.
Desde el Ministerio de Producción se está avanzando actualmente en obras de dragado en la mayoría de los puertos, en concesiones de espacios portuarios que estaban relegados, y hasta fuera de operación, y se accedió a financiamiento externo por US$ 18 millones para realizar 13 obras repartidas en los puertos de San Nicolás, Dock Sud y La Plata, las que estarán todas iniciadas antes de finalizar el año.
También se están realizando mejoras en accesos portuarios de San Pedro y Coronel Rosales y están previstas obras en los puertos marítimos de Quequén y Mar del Plata, con apoyo del Estado nacional, por alrededor de US$ 100 millones.
Con el Estado nacional también se está coordinando el impulso de mejoras para la red de ferrocarril de cargas vinculada al sistema portuario.
La provincia de Buenos Aires explica alrededor de un 35% de los despachos nacionales, convirtiéndose en el principal distrito exportador del país.
En 2016, desde los puertos bonaerenses se exportaron US$ 18.523 millones, más de la mitad explicado por manufacturas industriales (MOI), que representaron ventas externas por US$ 8.402 millones, y productos primarios por US$ 4.284 millones.
“Desde nuestros puertos públicos se exporta anualmente alrededor de un tercio de los productos primarios nacionales”, expresó Tizado.
Advirtió que, además, en los puertos bonaerenses se registra casi el 30% del tráfico de contenedores y se desembarca el 60% de las capturas marítimas de pescado.
Los puertos bonaerenses también movilizan, anualmente, más de 3,5 millones de toneladas de arena; 15 millones de metros cúbicos de combustibles y más de la mitad del petróleo crudo que exporta la Argentina.
Todo estos datos no incluyen el aporte que realizan los puertos privados en este sistema.
“Estos movimientos convierten a la actividad portuaria en un actor de peso en la generación de empleo. Los sectores relacionados a la actividad portuaria en la provincia emplean alrededor de 15.000 trabajadores registrados, cifra que se duplica si consideramos los puestos laborales indirectos”, reseñó el ministro Tizado.
Según datos oficiales, sólo en Mar del Plata se emplean, de manera formal, casi 5.000 trabajadores en el sector pesquero y actividades relacionadas, lo que representa uno de los principales polos en materia laboral de esa ciudad, más reconocida por sus servicios turísticos.
En este escenario, “las necesidades de mayor y mejor infraestructura son un punto a resolver y si bien el cuadro de situación difiere entre puertos, resulta prioritario avanzar en un plan integral de inversión que aumente la capacidad operativa, mejore la competitividad del sistema y otorgue mayor previsibilidad al mismo”, enfatizó Tizado.
Públicos, privados y recreativos
La provincia de Buenos Aires posee una infraestructura que incluye 12 puertos públicos, 26 privados y más de 200 destinados a usos recreativos, a lo largo de 1.500 kilómetros de costa marítima y fluvial.
En el Sistema Portuario Bonaerense, entre los puertos públicos se distinguen dos regímenes administrativos diferentes, los consorcios y las delegaciones, los cuales fueron promovidos desde la transferencia de los puertos de Nación a provincias en 1992.
Los puertos de Bahía Blanca, Quequén, Mar del Plata, La Plata y San Pedro son considerados Consorcios de Gestión, es decir que son entes públicos no estatales que tienen la finalidad de administrar y explotar cada uno de sus puertos.
Poseen individualidad jurídica, financiera, contable y administrativa pero están sujeto a auditoría externa, a través del Tribunal de Cuentas y los Organismos de la Constitución de la provincia de Buenos Aires y sus directorios siempre están presididos por un representante del Poder Ejecutivo provincial e integrado por representantes municipales, privados y gremiales.
Otra categoría consiste en las Delegaciones Portuarias, integradas por los puertos de Dock Sud, San Nicolás, Coronel Rosales y Río de la Plata, los cuales se encuentran orgánicamente dentro de la estructura administrativa del Poder ejecutivo provincial.
Estas unidades están a cargo de un delegado administrador que tiene la responsabilidad de administrar y fiscalizar la explotación comercial de las mismas, de acuerdo a un conjunto de tareas que determinan la reglamentación y la Subsecretaría de Actividades Portuarias, como autoridad portuaria provincial.
Cada uno de los puertos públicos presenta un rasgo distintivo que lo hace particular, promoviendo la sinergia y complementariedad en la provincia.
El puerto de Bahía Blanca, por ejemplo, se caracteriza por el movimiento de cereales y oleaginosas (soja, maíz, trigo); combustibles (metano, fuel oil); fertilizantes y manufacturas agropecuarias (harina de soja, aceite de girasol).
En Quequén predominan las operaciones de granos (cebada, soja), mientras que el puerto de Mar del Plata se asocia predominantemente a la industria del pescado.
En el puerto de La Plata se registran movimientos de combustibles, productos químicos, arena y vehículos, mientras que en Dock Sud impera el tráfico de contenedores, combustibles y arena.
En puertos fluviales, en San Pedro prevalecen las operaciones de granos (arroz, soja) y cítricos (limón) pero en San Nicolás se destacan los fertilizantes y la siderurgia y en Coronel Rosales, se embarca el petróleo crudo.